Europa ha logrado avances significativos en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, posicionándose como líder mundial en la lucha contra el cambio climático. Sin embargo, el reciente informe de la Agencia Europea del Medio Ambiente advierte sobre la preocupante situación del medio ambiente en la región, afectada por patrones insostenibles de producción y consumo, especialmente en el sector alimentario. Con el continente calentándose al doble de la velocidad global, los riesgos económicos y de calidad de vida son evidentes. La biodiversidad está en declive, y la presión sobre recursos hídricos es crítica. A pesar de un cambio político marcado por conflictos y populismo, se subraya la necesidad urgente de mantener y acelerar las políticas climáticas. La agricultura, particularmente, es señalada por su impacto negativo en ecosistemas y emisiones. La situación es especialmente grave en el sur de Europa, afectado por sequías e incendios. La EEA aboga por un cambio drástico hacia una economía circular para asegurar la prosperidad futura, aunque el progreso ha sido limitado.
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