Más de 70 personas, incluidos numerosos niños, sufrieron síntomas gastrointestinales tras bañarse en la playa de Nazaré, Portugal, debido a un vertido accidental de aguas fecales causado por un fallo técnico en el sistema de drenaje. Los afectados experimentaron náuseas, vómitos y fiebre, y entre los atendidos, 44 eran menores y un 60% mujeres. Aunque la mayoría de los casos fueron leves, la situación generó alarma entre locales y turistas. El Ayuntamiento cerró la playa y ordenó análisis de agua, que resultó en niveles «aceptables», reabriendo la zona. Sin embargo, las autoridades mantienen la alerta sanitaria y un seguimiento continuo.
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