Bélgica ha visto la llegada de su primer ministro independentista flamenco, Bart de Wever, líder del Partido Nacionalista Flamenco N-VA, quien ha asumido su cargo ante el rey Felipe en un juramento multilingüe. Aunque inicialmente reticente a asumir el rol, De Wever reconoce la oportunidad de impulsar reformas en coalición con partidos francófonos y flamencos moderados, formando la llamada «coalición Arizona». Su agenda prioriza la sanidad de las finanzas públicas a largo plazo, mientras propone aumentar el gasto en defensa y limitar la inmigración. A pesar de su pasado confederacional, De Wever enfatiza una política de evolución socioeconómica por encima de medidas revolucionarias.
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