El expresidente colombiano Álvaro Uribe Vélez renunció a su derecho a la prescripción en su caso judicial, tras recibir una condena de 12 años de prisión por soborno y fraude procesal. Esta decisión, presentada al Tribunal Superior de Bogotá, permite que el proceso continúe y que se emita una sentencia definitiva antes de octubre de 2027. La jueza Sandra Heredia había señalado que Uribe buscaba dilatar el proceso, argumentando la convocatoria de numerosos testigos. Aunque Uribe fue inicialmente puesto en prisión domiciliaria, una tutela determinó su liberación, considerándola desproporcionada. Su libertad ha revitalizado su influencia política en medio de la campaña preelectoral, mientras continúa defendiendo su inocencia.
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