La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha desvelado un informe que arroja luz sobre por qué los depósitos bancarios en España ofrecen una remuneración significativamente inferior a la media de la zona euro. A petición del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa, este documento busca desentrañar los motivos detrás de estas cifras y lanzar recomendaciones para dinamizar la competencia y brindar más alternativas a los consumidores.
En junio de 2024, los hogares españoles recibían un interés medio del 0,48% por sus depósitos, bastante por debajo del promedio del 1,17% que se observa en los países de la zona euro. Para las empresas, las cifras eran del 1,22% frente al 1,60% europeo. Las causas no son simples y se encuentran en una moderada concentración bancaria en España, sobre todo en áreas de menor densidad poblacional. Sin embargo, la CNMC advierte que la concentración no es la única, ni la más importante causa detrás de esta diferencia.
Diversos factores cuentan como responsables de estos retornos bajos. La falta de movilidad entre los consumidores es uno de ellos. Barreras tanto económicas como prácticas, incluidas las políticas de fidelización, desincentivan el cambio de banco y, sumado a la falta de estandarización y transparencia en la información financiera, los consumidores terminan atados a su entidad bancaria. Además, las alternativas a los depósitos, como los fondos de inversión y las Letras del Tesoro, aunque están creciendo, aún no generan una presión competitiva suficiente. También persiste un problema de baja educación financiera, que limita la capacidad de los consumidores para evaluar y optar por mejores productos financieros.
La CNMC también destaca la elevada liquidez de las entidades bancarias en España, lo que les reduce la urgencia por atraer más depósitos ofreciendo intereses atractivos. A esto se suma la limitada penetración de los bancos digitales, que aunque van ganando terreno, aún no logran presionar significativamente al mercado tradicional.
Para afrontar esta problemática, el informe propone diversas medidas. Ampliar la gama de productos financieros, mejorar la transparencia y la educación financiera son algunas de las recomendaciones. Además, se aboga por reducir los costos de cambiar de banco y simplificar la contratación de productos extranjeros.
El informe pinta un panorama complejo, pero ofrece un destello de optimismo si se implementan las medidas sugeridas. Aunque la concentración bancaria impacta en los bajos rendimientos, ajustar el mercado requiere un compromiso coordinado entre instituciones, bancos y consumidores para realmente encaminar a España hacia una mejor competencia y opciones más eficientes en el ámbito financiero.