Apple está en plena carrera por revolucionar su asistente virtual, Siri, con el fin de competir al más alto nivel contra Google, Amazon y Microsoft. Tras años de críticas por su limitada capacidad conversacional, la empresa busca integrar modelos de inteligencia artificial avanzados de OpenAI y Anthropic, los creadores de ChatGPT y Claude, respectivamente.
El objetivo principal es dotar a Siri de características que le permitan mantener conversaciones complejas, comprender el contexto y ofrecer respuestas personalizadas y útiles, algo que hasta ahora ha sido un desafío para el asistente de Apple.
Actualmente, Apple está evaluando el rendimiento de los modelos de OpenAI y Anthropic, asegurándose de que se puedan operar dentro de su entorno de procesamiento en la nube privado. Este enfoque se alinea con el compromiso de Apple con la privacidad y la seguridad de los datos.
Sin embargo, las conversaciones con Anthropic han cobrado mayor relevancia debido a que sus modelos parecen ajustarse mejor a los requisitos técnicos de Apple. No obstante, un posible acuerdo enfrenta desafíos financieros, ya que Anthropic exige un contrato multimillonario acorde con los elevados costes de la IA generativa.
Mientras tanto, Apple observa cómo Google y Microsoft avanzan con sus asistentes potenciados por IA, con productos como Gemini y Copilot. Apple ha mantenido una estrategia más cuidadosa, ofreciendo a través de su plataforma Apple Intelligence funciones basadas en IA que no llegan a satisfacer del todo a los usuarios.
La posible alianza con OpenAI o Anthropic se presenta como una oportunidad para acelerar la implementación de funciones más avanzadas en Siri, evitando la dependencia de un modelo propio aún en desarrollo. Se espera que una nueva versión del asistente esté lista para iOS 26, prevista para lanzarse el próximo año. Esto podría transformar a Siri en un verdadero copiloto inteligente capaz de manejar un lenguaje natural, ofrecer respuestas contextuales y ejecutar tareas complejas.
Este movimiento no solo busca mejorar Siri, sino también posicionar a Apple en la competencia global por el dominio de la inteligencia artificial aplicada al consumidor. La empresa enfrenta el reto de llegar a un acuerdo estratégico sin comprometer su marca centrada en la privacidad y la experiencia del usuario. La carrera por redefinir los asistentes virtuales está en marcha, y Apple está decidida a no quedarse atrás.