La Federación Internacional de Atletismo ha anunciado la implementación de un pasaporte genético para las mujeres que desean competir en pruebas internacionales, validando si sus cromosomas son XX o XY sin sensibilidad a la testosterona. Esta medida busca «proteger la categoría femenina», equiparando a mujeres trans y aquellas con diferencias de desarrollo sexual (DSD) en términos de ventaja competitiva debido a sus niveles de testosterona. Esta será la primera federación de gran envergadura en reintroducir exámenes de sexo previos a las competiciones, algo que ha generado un intenso debate en torno a la conformidad entre las normas deportivas y las leyes civiles. Sebastian Coe, presidente de WA, afirmó que las nuevas regulaciones, consensuadas con diversos grupos, se redactarán en las próximas semanas, destacando que el enfoque privilegia la igualdad en el juego sobre la inclusión de minorías. Las pruebas, que consisten en un test genético de saliva o sangre seca, no son invasivas y deberán realizarse solo una vez en la carrera de las atletas. La implementación de estas medidas reflejará la postura conservadora en torno a los derechos de las mujeres trans en el ámbito deportivo.
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