El reciente II Trofeo Homenaje Don Miguel Ramírez Zea, celebrado en Roquetas de Mar, representa mucho más que una simple competición deportiva. Este evento es un emotivo tributo a la figura de Miguel Ramírez, quien durante años fue un ferviente promotor del tenis en su comunidad, sembrando la pasión por este deporte en un entorno académico. Desde el corazón del Colegio Arco Iris, Miguel hizo del tenis no solo una asignatura más, sino el eje central de la educación física tanto en horario lectivo como en actividades extraescolares.
El torneo reunió a 60 jugadores provenientes de Málaga, Granada, Jaén, Murcia y Almería, convirtiéndose en una verdadera celebración del deporte base en las categorías benjamín y alevín. A lo largo del certamen, se disputaron 100 partidos en 16 cuadros, se entregaron 32 trofeos y se llevaron a cabo sorteos de material deportivo, cenas regalo y productos de la tierra. Sin embargo, el legado de Miguel trascendió las cifras y los trofeos; su esencia estuvo presente a lo largo del evento, recordando a todos los asistentes el impacto que tuvo en sus vidas.
Miguel Ramírez Zea fue, indudablemente, más que un simple director del Colegio Arco Iris. A lo largo de más de 30 años, no solo enseñó a sus alumnos a jugar al tenis, sino que les inculcó valores fundamentales que han perdurado en el tiempo. Bajo su guía, surgieron destacados talentos que hoy brillan en el tenis andaluz y nacional, como Rubén Merchán, los hermanos Segura, Alberto Soriano, Jaime Barón, Eva Guerrero, Benjamín Winter, Javi Barranco, e incluso Tillo, el actual presidente de la Federación Andaluza de Tenis.
Miguel no solo formó jugadores, sino personas con carácter y valores. Su legado continúa resonando, recordándonos cómo el tenis en Almería se transformó en una escuela de vida y talento. En este torneo, no solo se celebró el deporte, sino la historia, la dedicación y los sueños, todo envuelto en la memoria de un grande que lo dio todo por su pasión.
Fuente: Federación Andaluza de Tenis.