El conflicto del Sáhara Occidental, uno de los más antiguos del mundo, enfrenta un nuevo intento de resolución con el respaldo de Argelia a la reanudación de negociaciones directas entre el Frente Polisario y Marruecos. El enviado personal de la ONU, Staffan de Mistura, ha recibido apoyo del gobierno argelino con la intención de alcanzar una solución política que garantice la autodeterminación del pueblo saharaui, mientras que en Marruecos se mantiene la propuesta de autonomía dentro de su soberanía, una postura respaldada por aliados internacionales pero sin reconocimiento de la ONU. A pesar de las visitas y diálogos recientes, los desacuerdos persisten, con ambas partes rechazando soluciones intermedias como la división del territorio.
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