El país musulmán ha dado luz verde a la importación de ovinos vivos procedentes de España, buscando satisfacer la creciente demanda que genera una celebración anual de gran importancia cultural y religiosa. Este movimiento comercial subraya la relevancia de las festividades en la economía y la necesidad de asegurar un suministro adecuado para cumplir con las tradiciones locales. La autorización refleja la colaboración creciente entre España y el país importador, destacando el papel del ganado español en mercados internacionales, especialmente en periodos de alta demanda como el que se avecina.
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