La presidenta del Congreso, Francina Armengol, ha impulsado una reforma del reglamento que restringe la actividad de periodistas en la Cámara Baja, provocando críticas del PP que lo consideran un ataque a la libertad de prensa. La medida contempla sanciones contra medios y periodistas, gestionadas por un consejo de mayoría gubernamental. Además, se impone un requisito mínimo de empleados para las acreditaciones y permite retirar credenciales a medios por infracciones no individualizadas. Estas acciones son vistas como una forma de control político sobre los medios, limitando la pluralidad informativa.
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