Los magistrados Ana Ferrer y Andrés Martínez Arrieta se disputan la presidencia de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, que deja vacante Manuel Marchena. Martínez Arrieta, con mayor veteranía, es considerado el favorito, mientras que Ferrer cuenta con el respaldo del bloque izquierdista del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). En la Sala de lo Contencioso-Administrativo, los aspirantes son Pilar Teso y Pablo Lucas, ambos con antecedentes en candidaturas para presidir el Supremo. Ignacio Sancho Gargallo es el único candidato para la Sala de lo Civil, y en la Sala de lo Social, la elección se divide entre Juan Molins y Concepción Ureste. El CGPJ recalca la importancia de la paridad de género en estos nombramientos, buscando que al menos dos de las cuatro presidencias sean ocupadas por mujeres, en un esfuerzo por cumplir con la normativa de equilibrio de género.
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