En octubre, el archipiélago canario recibió un promedio diario de 138 personas, reflejando una continua presión migratoria en la región. En respuesta a esta situación, el presidente del gobierno canario, Fernando Clavijo, ha establecido contactos diplomáticos con Marruecos para negociar la tutela de los menores no acompañados que llegan a las islas, buscando que el gobierno marroquí asuma dicha responsabilidad. Este movimiento se enmarca en un esfuerzo más amplio por gestionar la llegada de inmigrantes y aliviar la carga sobre los servicios de acogida canarios.
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