Los cementos óseos, fundamentales en la fijación de prótesis para pacientes con calidad ósea insuficiente, han encontrado una nueva esperanza de mejora gracias a los avances en nanotecnología. Un estudio reciente de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) ha demostrado que la adición de óxido de grafeno altamente reducido puede optimizar las propiedades mecánicas y térmicas de estos materiales, mitigando uno de sus mayores inconvenientes: la generación de temperaturas elevadas durante su uso, lo que puede ocasionar necrosis en los tejidos circundantes.
La necesidad de estas mejoras surge del creciente uso de prótesis debido al envejecimiento de la población y a enfermedades como la obesidad y la artrosis. Los cementos óseos, esenciales para fijar estas prótesis en huesos dañados, tienen una vida útil de aproximadamente 20 años. Para los pacientes mayores de 85 años, el desgaste de estos cementos puede ser especialmente peligroso, ya que muchas veces no son candidatos adecuados para una nueva cirugía de sustitución.
José Ygnacio Pastor, investigador de la UPM, ha subrayado la urgencia de aumentar la durabilidad de estos cementos para mejorar así la calidad de vida de las personas mayores. En colaboración con el Centro de Investigación en Materiales Estructurales (CIME), Pastor y su equipo han desarrollado un material innovador que puede reducir la temperatura máxima de curado del cemento óseo, evitando así daños a los tejidos cercanos.
El proceso de reacción y endurecimiento de los componentes del cemento óseo libera una considerable cantidad de energía, aumentando peligrosamente la temperatura de los tejidos adyacentes. Según los expertos, temperaturas superiores a 42°C pueden provocar necrosis, un desafío que el grafeno puede ayudar a superar al ralentizar este proceso de calentamiento.
El grafeno, al ser añadido en pequeñas cantidades -entre 0,01% y 0,1% en peso- no solo mejora las propiedades térmicas del cemento, sino también sus propiedades mecánicas. Jaime Orellana, coautor del estudio, señala que este avance no solo resolverá problemas como el rápido endurecimiento del cemento y la desnutrición de proteínas, sino que también podría prevenir complicaciones adicionales, como infecciones postoperatorias, gracias a las propiedades antibacterianas del grafeno.
Aunque los resultados son prometedores, los investigadores advierten que se necesita más trabajo para determinar la cantidad ideal de grafeno y perfeccionar su adhesión y dispersión dentro del cemento óseo. Las expectativas son altas, y este estudio marca un paso importante hacia la mejora de la efectividad y seguridad de los cementos óseos, potenciando así las intervenciones quirúrgicas y la calidad de vida de numerosos pacientes en el futuro.