Este martes por la tarde, la explosión de miles de buscas en Líbano dejó al menos 12 muertos y más de 3.000 heridos entre los miembros del grupo libanés Hezbolá, asombrando a expertos en tecnología y seguridad. Según las primeras hipótesis, el ataque habría sido meticulosamente planeado, combinando explosivos y modificaciones al firmware de los dispositivos, lo cual sugiere una operación de intercepción en la cadena de suministro posiblemente orquestada por el Mosad. Si bien no se tienen confirmaciones oficiales, la escala del ataque y su precisa ejecución refuerzan la reputación de Israel en el ámbito tecnológico y de espionaje.
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