En la República Checa, Andrej Babiš, conocido por ser la séptima fortuna del país y ex primer ministro, busca regresar al poder al frente de su partido ANO, favorito en las elecciones legislativas. Babiš, de 71 años y originario de Bratislava, exhibe un carácter camaleónico al pasar de europeísta a un euroescéptico al estilo de Viktor Orbán, a quien admira, y con quien comparte posturas anti inmigración. Aunque enfrentó acusaciones de corrupción que lo obligaron a dejar el cargo en 2021, su influencia persiste, especialmente entre los pensionistas y sectores del país desilusionados con el gobierno actual. Con un respaldo electoral significativo, podría verse forzado a aliarse para gobernar, aunque el Senado y el presidente checo resguardan medidas proeuropeas. Esta posible victoria refleja una creciente ola de populismo en Europa Central, similar a movimientos recientes en Polonia.
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