La gestión económica del FC Barcelona, encabezada por el presidente Joan Laporta, sigue enfrentando desafíos. Recientemente, el club anunció la cancelación de un partido amistoso en Libia programado para octubre, debido a preocupaciones sobre la seguridad. A pesar de haber asegurado el pago anticipado de cinco millones de euros, la directiva decidió no correr riesgos y devolvió la suma al organizador. Esta precaución surge tras experiencias previas con demoras en pagos durante una gira por Japón y Corea, que casi se convirtieron en un problema financiero. El equipo permanecerá en España para centrarse en sus competiciones locales, incluyendo un crucial partido contra el Real Madrid.
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