El Barcelona Supercomputing Center – Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS) se encuentra en plena fase de preparación para un proyecto de magnitud revolucionaria. Utilizando su supercomputador MareNostrum, pronto actualizará de su versión 4 a la 5, el BSC desarrollará una réplica virtual gemela de la Tierra. Este innovador proyecto permitirá predecir y gestionar los efectos del cambio climático, además de fomentar la resiliencia ante este fenómeno global.
El Barcelona Supercomputing Center es una pieza clave en el proyecto europeo Destination Earth (DestinE), el cual ha sido diseñado para crear gemelos digitales del planeta. Estos modelos virtuales son esenciales para monitorizar, modelizar y predecir tanto actividades naturales como humanas, y también, para construir y evaluar escenarios destinados a un desarrollo sostenible.
La creación de la versión virtual de la Tierra implicará la recolecta y análisis de una colosal cantidad de datos provenientes del mundo real. Con una inversión inicial de 150 millones de euros, financiada por el Programa Europa Digital, el desarrollo de DestinE se prolongará de 7 a 10 años. El resultado final será la convergencia de gemelos digitales que conformarán una réplica completa del planeta.
Mario Acosta, líder del equipo de Computación de Alto Rendimiento del Departamento de Ciencias de la Tierra del BSC, detalló que esta reproducción digital permitirá monitorizar la salud del planeta, identificando los efectos del cambio climático y observando la evolución de los océanos, la atmósfera y los bosques. «Además, facilitará a las administraciones la evaluación de la eficacia y el impacto de las políticas públicas medioambientales», mencionó Acosta.
El científico también subrayó que la plataforma digital será capaz de simular diferentes escenarios futuros. Esto incluye, por ejemplo, los impactos de varios grados de calentamiento global y la subsecuente subida del nivel del mar. La intención es crear un sistema escalable que pueda incorporar más datos con el paso del tiempo y que ofrezca servicios tanto a sectores públicos como privados.
DestinE cuenta con la colaboración de tres entidades europeas: el Centro Europeo de Predicción Meteorológica a Medio Plazo (ECMWF), la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Organización Europea para la Explotación de Satélites Meteorológicos (EUMETSAT). Además, la Iniciativa Común Europea de Computación de Alto Rendimiento (EuroHPC JU) se encargará de proporcionar los recursos de supercomputación necesarios para este proyecto.
En la primera ronda de contratos del ECMWF para desarrollar los dos primeros gemelos digitales antes de abril de 2024, el BSC recibió 4,5 millones de euros, posicionándose como una de las instituciones con mayor contribución y participación en ambos gemelos, consolidándose como actor principal en DestinE.
Acosta también hizo hincapié en la importancia de las plataformas de supercomputación de EuroHPC y la colaboración entre el CSC en Finlandia y el BSC en España para garantizar el desarrollo y uso eficiente de los modelos.
El centro de supercomputación no solo aportará su MareNostrum 5, sino que también contribuirá en el desarrollo de una nueva generación de modelos del sistema terrestre para sectores como incendios forestales y entornos urbanos, trabajos que ya están avanzando dentro del proyecto Horizon2020 nextGEMS.
Francisco Doblas, director del Departamento de Ciencias de la Tierra del BSC, señaló que DestinE multiplicará los datos de forma exponencial debido a la complejidad y detalle de las variables a considerar, lo cual requerirá una inmensa cantidad de información recogida del mundo real.
En cuanto a los dos primeros gemelos digitales, el Gemelo Digital de Extremos Geofísicos e Inducidos por el Clima se centrará en eventos meteorológicos extremos y proporcionará un marco para evaluar y predecir este tipo de fenómenos. Por otro lado, el Gemelo Digital de Adaptación al Cambio Climático será una herramienta crucial para apoyar políticas de adaptación, combinando modelos observacionales con simulaciones meteorológicas, hidrológicas y de calidad del aire.
Con estos avances, el Barcelona Supercomputing Center se posiciona a la vanguardia de la investigación y tecnología destinadas a enfrentar uno de los mayores desafíos de nuestro tiempo: el cambio climático.