El jugador Íñigo Lekue reconoció la superioridad del equipo rival tras el partido, admitiendo que su equipo intentó mantener el control y limitar las ocasiones del adversario, especialmente durante la primera mitad. Lekue subrayó que el cansancio y la calidad del oponente dificultaron la tarea en la segunda parte, destacando que su estrategia de presionar en campo contrario no fue efectiva.
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