La elaboración casera de productos de higiene personal ha cobrado popularidad, destacando el jabón de glicerina, conocido por sus propiedades hidratantes. Este tipo de jabón es ideal para quienes buscan cuidar su piel con ingredientes naturales. En particular, el jabón de glicerina enriquecido con aceite de oliva se ha ganado el gusto de muchos por sus beneficios y su sencilla preparación.
La glicerina, un humectante eficaz, retiene la humedad en la piel. Al combinarla con el aceite de oliva, se potencia la hidratación, añadiendo antioxidantes y vitaminas que nutren y protegen la piel, ideal para personas con piel seca o sensible.
El proceso de elaboración es sencillo. Se necesitan 100 gramos de base de glicerina, 20 ml de aceite de oliva extra virgen y, como opción, aceite esencial para darle fragancia, como lavanda o eucalipto. La base de glicerina es fácil de encontrar en tiendas naturales o en línea.
Para prepararlo, se derrite la base de glicerina a baño maría hasta que esté homogénea. Luego, se mezcla con el aceite de oliva y, si se desea, aceites esenciales. La mezcla se vierte en moldes de silicona y se deja enfriar a temperatura ambiente, seguido de un período en el refrigerador para que adquiera consistencia.
El jabón se desmolda fácilmente y puede durar semanas si se mantiene en un lugar fresco y seco. Su uso diario mejora la calidad de la piel, fortaleciéndola y protegiéndola de factores ambientales. Además, al optar por ingredientes naturales, se reducen las reacciones adversas comunes en jabones comerciales.
Hacer jabón de glicerina casero con aceite de oliva es una actividad accesible y satisfactoria. Con creatividad y pocos ingredientes, es posible crear un producto natural, efectivo y sin químicos, promoviendo el bienestar de toda la familia.
