El expresidente brasileño Jair Bolsonaro, quien cumple prisión domiciliaria condenado a 27 años por intentona golpista, fue dado de alta tras ser hospitalizado por una crisis grave. En el hospital, se le detectó un cáncer de piel en estado temprano y le fueron retiradas ocho lesiones, dos de las cuales resultaron ser carcinoma de células escamosas. Su médico, Claudio Birolini, aseguró que no requiere tratamiento específico actualmente, pero sí un monitoreo continuo. Bolsonaro, quien sufrió una anemia persistente y alteraciones renales que desencadenaron vómitos y mareos, se ha recuperado de esos problemas. Su historial de salud se ha visto afectado desde que fue apuñalado en 2018, aunque los médicos aclaran que sus condiciones actuales no están relacionadas con aquel incidente.
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