La controvertida cárcel de «Alligator Alcatraz», inaugurada por Donald Trump para inmigrantes en la Reserva Nacional Big Cypress, Florida, enfrenta una orden judicial que detiene su expansión. La jueza federal Kathleen Williams emitió la orden tras una demanda de grupos ambientalistas y la tribu Miccosukee, citando la falta de consultas públicas y revisiones ambientales, necesarias según las leyes federales. Con capacidad para 4,000 personas, actualmente alberga a 900 detenidos. La decisión suspende nuevas transferencias de presos y obliga a retirar infraestructuras no esenciales. En respuesta, Tricia McLaughlin del Departamento de Seguridad Nacional criticó la medida, mientras que la tribu Miccosukee celebró el fallo, destacando el daño ambiental potencial a los Everglades y su compromiso con la protección de sus tierras sagradas.
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