El aeropuerto de Bogotá, uno de los principales puntos de conexión aérea de América Latina, cuenta con reservas de combustible suficientes para siete días de operación, según datos recientes. En contraste, Medellín, la segunda ciudad más grande del país, dispone de reservas de combustible que alcanzarían para solo dos días, lo cual podría generar preocupaciones logísticas y operacionales para sus usuarios.
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