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Careta: La Galga Andaluza que Hizo Historia en el Campeonato de España

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Imagen de Semifinales del Nacional. Fernando Fernández Figueroa y Antonio Álavrez Sevillano a caballo. Jesús Carrión Reina enganchando a Careta y Plácido con el galgo Pirata.

Hay galgos que nacen para correr, otros para emocionar, y algunos como Careta, para quedarse en la memoria de todos los que aman este deporte. En la temporada 2004/2005, Careta, representando a la Sociedad Galguera Casa Albilla de Sevilla, se proclamó Campeona de España en el Campeonato celebrado en Madrigal de las Altas Torres (Ávila).

Propiedad de José Joaquín Muñoz Alarcón, Francisco Lara Reyes y Jesús Carrión Reina, Careta no fue solo una campeona: su nombre quedó grabado para siempre en la historia del galgo español. Y es que, detrás de su triunfo, hay mucho más que un título. Hay un linaje cuidado con cariño, anécdotas que se cuentan con emoción y se recuerdan con una sonrisa, y, sobre todo, la pasión de quienes han puesto el corazón en esta tradición que tanto nos une y nos hace sentir parte de algo grande.

Hoy es uno de sus propietarios, Francisco Lara Reyes, quien nos cuenta en primera persona cómo fue el camino que llevó a Careta hasta lo más alto.

El linaje de Careta: un origen de campeones

Careta no era una galga cualquiera. Su padre, conocido como el Legendario, era hijo de dos galgos que ya sabían lo que era competir al máximo nivel: Zar y Legendaria, ambos participantes del nacional. Legendaria, que corrió en el nacional con la perra Mulata, fue comprada por Damián Recio de La Seca a Regino el de Campo Real (Madrid).

La unión de Legendaria con Zar se dio al menos un par de veces. De ahí nacieron galgos como Legendario (padre de Careta) y el Legendario de Nicol, que fue padre de Brasileña y Benjamina, hijas de Segura, otra campeona de España.

Francisco Lara recuerda con cariño aquellos años: “Zar lo compró Manolo Fernández de Medina, y allí en su cuadra lo llegué a conocer. También conocí a Segura, a Rayo —subcampeón con Morisca—, y a otros grandes perros de nacional como Moña y Rubio. A Manolo le compré yo al Legendario, el que sería después padre de Careta”.

Mulera: una madre con historia

La madre de Careta, Mulera, tenía también un origen especial. Era de Juan Turutu, de Fuentes de Andalucía, y provenía del Viso del Alcor, descendiente de un perro de Sabino, oriundo de Bollullos del Condado, al que llamaban el Cojo.

Y como en el mundo del galgo cada nombre tiene un porqué, el de Mulera no fue casual: “Se llamaba así porque el señor que la compró tuvo que dar una mula a cambio a su antiguo propietario”, recuerda Francisco. La madre de Mulera procedía de Gilena, aunque era hija de un perro de Madrid que, según contaban, fue un regalo a los hermanos Maldonado del picadero de Aguadulce.

El camino hasta la final del Nacional

Cuando Careta estaba lista para disputar la final del Campeonato de España, el Legendario aún era propiedad de Francisco. Pero los nervios y los líos que tantas veces se arman con el tema de las cubriciones hicieron que tomara una decisión: “Me puse un poco alterado con el lío que se forma con eso de las cubriciones y se lo vendí a Tomás el de Olías, y de ahí lo de Legendario de Olías”.

Eso sí, el mérito de la historia fue compartido: “Jesús Carrión era tan propietario como yo de todo”, nos recuerda Francisco, dejando claro que detrás de cada campeona hay un equipo y una amistad.

Un legado que sigue vivo

Hoy, el nombre de Careta sigue vivo en el campo. “Barreiros era la quinta generación, y ya vamos por la sexta”, nos cuenta Francisco. Porque esto no se acaba con un título: es una historia que se sigue escribiendo, generación tras generación.

Fuente: Federación Andaluza de Galdos.

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