Los incendios dejan una huella indeleble en los supervivientes, quienes a menudo experimentan transformaciones personales profundas. En España, los fuegos devastadores son un fenómeno recurrente, asociado a menudo con oscuros intereses económicos, pero el impacto es universal, afectando tanto a entornos comunes como a los lujosos bastiones de Hollywood. Allí, incluso han ardido preciosos archivos de películas, irremplazables como «La casa del horror». Las imágenes de celebridades llorando ante la impotencia del fuego recuerdan la fragilidad humana frente a la naturaleza indomable. En un contexto donde los incendios son cada vez más frecuentes, surge la necesidad de replantear nuestras prioridades, asegurando recursos esenciales como agua, techo y alimento antes de cualquier otra preocupación. La experiencia del fuego, sin importar el estatus social, evidencia que el sentido común a menudo cede ante el instinto de supervivencia, revelando nuestras vulnerabilidades más profundas.
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