En un acto de valentía y determinación, cuatro mujeres francesas han emprendido un recorrido denominado «La Marcha por la Libertad». Este movimiento, que busca visibilizar la situación de los derechos humanos en el Sáhara Occidental, comenzó el 30 de marzo en París y tiene como objetivo final Marruecos, atravesando un trayecto de 3.000 kilómetros.
Entre las participantes se encuentra Claude Mangin Asfari, esposa del saharaui Naâma Asfari, quien se encuentra cumpliendo una condena de 30 años de prisión en la cárcel de Kenitra. A pesar de la gravedad de la situación, las autoridades marroquíes han impedido que Claude visite a su esposo, lo que ha intensificado su impulso para luchar por la libertad y los derechos de su comunidad.
La marcha, además de ser un camino físico, representa un llamado a la conciencia sobre la larga lucha del pueblo saharaui. Las mujeres que participan están experimentando no solo el desafío físico de la marcha, sino también las emociones de un recorrido que simboliza esperanza, resistencia y la búsqueda de justicia. Al cruzar fronteras, buscan atraer la atención internacional hacia la opresión que enfrenta el pueblo saharaui y demandar el respeto por sus derechos y libertades.
Cada paso que dan transmite un mensaje claro: la lucha por la libertad no se detiene y la voz de aquellos que son silenciados debe ser escuchada. A medida que avanzan por Francia y España, las participantes esperan inspirar a otros a unirse a la causa y generar un cambio significativo en la situación del Sáhara Occidental. La Marcha por la Libertad se erige así como un faro de esperanza en una lucha que aún persiste, recordando al mundo la importancia de no olvidar.
Fuente: CCOO Andalucía.
