La secretaria de Mujer e Igualdad de CCOO de Córdoba, Cristina Soler, enfatiza la importancia de que las empresas con más de 50 trabajadores y trabajadoras implementen un protocolo de actuación específico frente al acoso y la violencia que sufren las personas LGTBI. Esta medida no solo es una obligación legal, sino que también representa un paso crucial hacia la creación de ambientes laborales más seguros e inclusivos.
El acoso y la violencia hacia personas LGTBI son problemáticas significativas que requieren atención y acción. La existencia de un protocolo no solo ayuda a prevenir situaciones de discriminación, sino que también ofrece herramientas para gestionar adecuadamente cualquier incidente que pueda surgir. Esto incluye la capacitación del personal, la designación de un equipo responsable de abordar estas cuestiones y la promoción de una cultura de respeto y diversidad en el trabajo.
Soler destaca que la implementación de estos protocolos debe ser una prioridad para las empresas, no solo por cumplir con la legislación, sino también para fomentar un entorno laboral donde todos y todas se sientan valorados y protegidos. La sensibilización y educación sobre la diversidad sexual y de género son fundamentales para combatir prejuicios y promover la igualdad en el trabajo.
En conclusión, las empresas tienen una responsabilidad ética y legal en la protección de sus empleados. Contar con un protocolo de actuación frente al acoso y la violencia contra las personas LGTBI no es solo un deber, sino una oportunidad para construir un espacio laboral más justo e igualitario. La lucha por la igualdad y el respeto debe ser una tarea conjunta, donde cada miembro de la organización tenga un papel activo.
Fuente: CCOO Andalucía.