La situación de la educación pública en la provincia de Málaga se encuentra en un punto crítico, marcado por numerosas supresiones que amenazan su sostenibilidad. Estas reducciones no son simplemente un ajuste administrativo; representan un grave riesgo para el acceso equitativo a la educación. La educación pública es el pilar fundamental que garantiza la igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos, independientemente de su origen socioeconómico.
Las supresiones afectan no solo a la cantidad de recursos disponibles, sino también a la calidad de la enseñanza y a la atención que reciben los estudiantes. En un contexto donde el acceso a una educación de calidad es esencial para el desarrollo individual y colectivo, estas decisiones ponen en jaque la posibilidad de que todos los jóvenes de la provincia puedan desarrollar su potencial.
Además, la reducción de plazas en centros educativos y el cierre de unidades escolares pueden acentuar las desigualdades existentes. Aquellos que provienen de familias con menos recursos pueden verse particularmente afectados, limitando sus opciones y, a la larga, restringiendo sus oportunidades laborales y de inclusión en la sociedad.
La comunidad educativa, incluyendo docentes, padres y estudiantes, se encuentra en una situación de incertidumbre, clamando por medidas que aseguren la supervivencia y la mejora de la educación pública. La necesidad de políticas que prioricen la inversión en educación es más urgente que nunca. La defensa de una educación pública robusta es indispensable para construir una sociedad más justa y equitativa. El futuro de la educación en Málaga depende de decisiones conscientes que fomenten, en lugar de socavar, el bienestar educativo y social de toda la población.
Fuente: CCOO Andalucía.