A pesar de la leve disminución del Índice de Precios al Consumidor (IPC) en octubre y el aumento en los salarios gracias a la negociación colectiva y al acuerdo del Salario Mínimo Interprofesional, muchas familias andaluzas continúan enfrentando serias dificultades financieras. La situación se complica aún más al considerar que los precios actuales son un 18% más altos que en 2021, lo que impacta significativamente en el poder adquisitivo de los hogares.
Uno de los factores más preocupantes es el costo de la vivienda. Tanto en el mercado de compra como en el de alquiler, los precios siguen siendo desorbitados, lo que a menudo resulta en un verdadero lastre para las familias que luchan por equilibrar su economía cotidiana. Yolanda Carrasco, secretaria de Condiciones de Trabajo de CCOO de Andalucía, ha hecho un llamado al Gobierno andaluz para que implemente medidas efectivas que controlen y limiten estos precios, destacando la necesidad de acciones urgentes que resguarden el bienestar de los ciudadanos.
Además, Carrasco ha instado a los empresarios a seguir aumentando los salarios, argumentando que existe margen suficiente para ello. Este aumento no solo ayudaría a aliviar la carga económica de las familias, sino que también contribuiría a una mejor distribución de la riqueza en una región que, a pesar de los esfuerzos, sigue padeciendo desigualdades económicas y sociales.
Es evidente que, aunque se han tomado medidas positivas, aún queda un largo camino por recorrer para garantizar que las familias andaluzas puedan disfrutar de una calidad de vida digna y estable. La colaboración entre el Gobierno y el sector empresarial es crucial para lograr un cambio significativo que beneficie a la población.
Fuente: CCOO Andalucía.