Chile ajusta sus relojes este sábado como parte del cambio al horario de verano 2025, manteniendo la tradición de modificar la hora en busca de un mejor aprovechamiento de la luz solar. Este cambio afecta a casi todo el territorio, con excepción de Aysén, Magallanes y la Antártica Chilena, que no alteran su horario. Aunque la medida ha sido debatida por sus efectos en el ahorro energético y la salud mental, la transición implica adelantar los relojes una hora el 6 de septiembre. La historia de este ajuste data de 1968, cuando se buscó enfrentar una crisis energética, actualizándose regularmente según decretos gubernamentales.
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