En febrero de 2018, el Tesla Roadster de Elon Musk fue lanzado al espacio a bordo del cohete Falcon Heavy de SpaceX, marcando un hito en la innovación tecnológica y ambición espacial. Sin embargo, lo que comenzó como una audaz maniobra de marketing ha evolucionado hacia un caos inesperado. El vehículo, destinado a orbitar el Sol y denominado «Starman», ahora plantea preocupaciones sobre su posible regreso a la Tierra, con expertos advirtiendo de un potencial choque en los próximos 10 a 20 años. Además, el Tesla fue erróneamente identificado como un asteroide cercano a la Tierra, generando confusión. Mientras tanto, la cultura popular ha abrazado el evento, con teorías conspirativas y eventos dedicados al Roadster proliferando, lo que ha impulsado un fenómeno cultural caótico y global. Todo esto incrementa el debate sobre los riesgos de las innovaciones tecnológicas y las consecuencias imprevistas de tales proezas espaciales.
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