Un reciente estudio internacional publicado en el British Journal of Dermatology sugiere que la clave para combatir la alopecia podría residir en un «interruptor molecular» que controla el crecimiento del cabello. Según los investigadores de Estados Unidos y Taiwán, este hallazgo podría revolucionar el tratamiento contra la caída del cabello, facilitando su reactivación. El estudio, que analiza la evolución del cabello humano desde su origen en África hace 300,000 años, señala que el pelo largo ofrecía protección solar y ventajas sociales, siendo su crecimiento potencial común a muchos mamíferos. Este descubrimiento abre vías para desarrollar terapias más efectivas contra la pérdida de cabello, un problema que afecta a un significativo porcentaje de la población masculina.
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