El Tribunal Supremo ha condenado a una pareja de Madrid por intromisión ilegítima en la intimidad. La sentencia surge tras comprobarse que la pareja había violado la privacidad de un vecino al instalar cámaras de vigilancia que captaron imágenes más allá de su propiedad. El fallo subraya la importancia de proteger la intimidad personal, destacando que el monitoreo no debe invadir espacios privados ajenos. Con esta decisión, el Tribunal reitera el derecho fundamental a la privacidad, imponiendo una multa y ordenando la retirada inmediata de las cámaras ilegales.
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Cinco Años de Lucha Legal: La Controversia de las Mirillas Electrónicas que Enfocan a Vecinos
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