Durante una clase en la American University de Washington, el abogado chileno Claudio Grossman conoció el caso de James Thyden, un estudiante que reveló haber sido víctima de tráfico de niños en Chile. Impactado, Grossman decidió ayudarle, emprendiendo así una serie de acciones legales para casos similares. Entre 1970 y 1990, numerosos bebés fueron ilegalmente sustraídos de sus madres en Chile, quienes fueron engañadas al decirles que sus hijos habían muerto. Estos niños fueron adoptados en Estados Unidos y Europa. Recientemente, la justicia chilena ha comenzado a procesar casos relacionados con estos delitos, destacando el caso de Ivonne Gutiérrez, una exjueza involucrada en el robo de bebés. Grossman resalta la necesidad de un acuerdo nacional en Chile para abordar estas injusticias históricas y pide al Estado disculpas hacia las víctimas, subrayando la importancia de la reparación y el reconocimiento de estos chilenos perdidos.
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