Cerca de la mitad de los adultos en la Comunidad Autónoma Vasca sufren de problemas para conciliar el sueño, un fenómeno respaldado por un estudio del departamento de Salud del Gobierno Vasco. Entre las dificultades más comunes se encuentra el insomnio en mujeres y la apnea del sueño en hombres, según el informe.
Segundo Ramírez, neurofisiólogo y experto de la Unidad del Sueño en la Policlínica Gipuzkoa, destaca la relevancia del sueño como un componente esencial para una vida saludable. Afirmando que no hay una «talla única» en cuanto a la cantidad ideal de horas de sueño, Ramírez subraya que cada persona tiene sus propias necesidades de descanso. Promueve la importancia de las prácticas de higiene del sueño, sugiriendo que desconectar del trabajo horas antes de acostarse y realizar una completa transición al descanso es fundamental. Además, una siesta corta de entre 20 a 30 minutos puede ser revitalizante, ofreciendo un impulso de energía que mejora el rendimiento diario.
La apnea obstructiva del sueño emerge como el trastorno preeminente, afectando a un 4% de la población adulta local. Esta condición, aunque no totalmente comprendida, parece estar relacionada con la relajación excesiva de la musculatura de la garganta, lo que obstruye las vías respiratorias. Esta obstrucción disminuye la oxigenación, provocando despertares repetidos y privando al individuo de un sueño reparador. Las consecuencias de este trastorno incluyen desde la irritabilidad y la fatiga hasta riesgos más graves como hipertensión y demencias a largo plazo.
El tratamiento estándar para la apnea es el uso de un dispositivo de presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP), que administra aire mediante una mascarilla durante el sueño. Aunque altamente efectivo, exige una adaptación por parte del paciente. Ramírez también menciona alternativas adaptadas a diferentes perfiles de pacientes, aconsejando evitar posiciones al dormir, como boca arriba, debido a la incidencia de la apnea postural.
El especialista insiste en que personas con sobrepeso o con anomalías en las vías respiratorias son propensas a desarrollar apnea del sueño. Los síntomas como ronquidos irregulares o pausas respiratorias durante el sueño deben ser evaluados por un especialista, promoviendo así un manejo adecuado y un tratamiento eficaz del sueño.