Las tensiones entre la Generalitat y el Gobierno central continúan afectando las relaciones institucionales, ahora reflejadas en la falta de reuniones entre el vicepresidente Gan Pampols y el comisionado José María Ángel. La ausencia de diálogo directo subraya una creciente preocupación sobre la potencial pérdida de «legitimidad» en los acuerdos que ambas administraciones alcanzan. Estas disputas políticas, que se intensifican, son vistas en diversos sectores como un obstáculo para el avance de políticas coherentes y consensuadas, esenciales para la gobernabilidad y el desarrollo en la región.
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