Argentina enfrenta una fuerte crisis financiera, reflejada en un aumento drástico del riesgo país, que alcanzó los 1.453 puntos básicos, señal de la desconfianza de los inversores en la capacidad del gobierno de Javier Milei para implementar ajustes fiscales necesarios. Los bonos en moneda extranjera se desplomaron y el banco central gastó 379 millones de dólares de sus reservas para frenar la depreciación del peso. La situación se agrava tras la derrota electoral de Milei ante el peronismo en Buenos Aires, lo que complica su capacidad para avanzar en reformas. Con reservas internacionales limitadas y vencimientos de deuda por delante, el panorama para mantener el control cambiario y combatir la inflación es incierto. La economía muestra signos de contracción, con el PIB cayendo un 0,1% en el segundo trimestre de 2025.
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