En Marruecos, el Tribunal de Apelaciones de Agadir ha impuesto penas de 3 a 15 años de prisión a 15 personas por actos violentos durante recientes protestas juveniles. Las sentencias se originan de enfrentamientos en Ait Amira, relacionados con el movimiento GenZ 212, que exige mejoras en servicios públicos. Hasta el momento, más de 100 personas permanecen detenidas preventivamente. Según informes, la policía marroquí usó fuerza letal, resultando en muertes y heridos. Las críticas se intensifican por el manejo de las protestas y las inversiones en infraestructura deportiva, mientras el rey Mohamed VI ha instado a priorizar la creación de empleo juvenil y mejorar la educación y salud.
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