La investigación animal continúa siendo un pilar esencial en el avance de la medicina moderna, destacando particularmente el uso de conejos como modelo de estudio. En este contexto, el Centro San Bernardo de Investigación, bajo la dirección de David Ayensa, se ha convertido en un referente en la exploración de tratamientos innovadores para diversas enfermedades, con un énfasis notable en el tratamiento de la artritis. Este centro no solo busca resultados científicos de calidad, sino que también pone un gran esfuerzo en la ética y el bienestar animal, elementos que han cobrado mayor relevancia en los últimos años.
Ayensa resalta que los conejos son modelos ideales para estudios biomédicos debido a sus similitudes fisiológicas con los humanos, especialmente en cuanto a su sistema inmunológico. La significancia de estos animales se refleja en su habilidad para producir anticuerpos policlonales, elementos fundamentales en el desarrollo de diagnósticos y terapias. Según Ayensa, la investigación con conejos ha permitido importantes avances en el tratamiento de enfermedades autoinmunes y diversas infecciones, especialmente en la lucha contra la artritis, una dolencia que afecta a millones de personas a nivel mundial.
El compromiso del Centro San Bernardo con el bienestar animal se pone de relieve mediante su acreditación por parte de AAALAC International, una organización global que avala el uso ético de animales en investigación. Ayensa explica que siguen normativas estrictas guiadas por los principios de las 3R: Reemplazo, Reducción y Refinamiento. Estas directrices buscan minimizar el uso de animales, reducir su número en experimentos y mejorar las técnicas para evitarles sufrimiento. Este enfoque fortalece la credibilidad del centro y subraya su responsabilidad social.
Además, la interacción con la comunidad y la transparencia son pilares fundamentales en el trabajo del Centro San Bernardo. No solo se dedican a la investigación, sino que también organizan actividades educativas para acercar la ciencia a la sociedad. El director enfatiza la importancia de que la ciudadanía comprenda el valor de la investigación con animales, afirmando que realizan jornadas de puertas abiertas y colaboran con instituciones educativas para que los jóvenes aprecien la ética involucrada en su labor.
La educación pública es crucial para desmitificar la investigación animal y demostrar que puede llevarse a cabo de manera responsable. Ayensa invita a la ciudadanía a explorar recursos de organizaciones como Understanding Animal Research y la European Animal Research Association (EARA) para acceder a información veraz y accesible sobre el tema.
El impacto de la investigación con conejos, como se realiza en el Centro San Bernardo, no solo se refleja en avances médicos concretos, sino también en la creación de un modelo ético y responsable que busca establecer un vínculo de confianza con la sociedad. Así, la investigación animal, cuando se lleva a cabo bajo estrictos estándares éticos, se presenta como un recurso indispensable para el desarrollo de tratamientos que mejoran la salud y el bienestar de la humanidad.