La histórica marcha que conmemora la matanza de estudiantes en Tlatelolco en 1968 culminó con enfrentamientos entre manifestantes y policías en el Zócalo de Ciudad de México. Las tensiones escalaron desde saqueos y hogueras a enfrentamientos directos, con uso de gas lacrimógeno y bombas molotov. La intervención de la Brigada Humanitaria de Paz Marabunta fue crucial para mitigar la violencia y socorrer a los heridos. La manifestación, organizada por el Comité 68 Pro Libertades Democráticas, exige justicia por la masacre y otros crímenes de la Guerra Sucia. En paralelo, la jefa de gobierno, Clara Brugada, rindió homenaje a las víctimas del 68, expresando solidaridad con Palestina y abogando por la liberación de mexicanos detenidos en Israel.
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