Durante los meses de verano, es habitual enfrentarse a varias olas de calor, una situación que puede ser muy problemática para la salud. Las altas temperaturas pueden afectar gravemente a la población, especialmente a aquellos más vulnerables como las personas mayores. A continuación, se presentan algunas recomendaciones esenciales para mitigar los efectos del calor y pasar estos días de la mejor manera posible.
En España, el verano siempre ha sido sinónimo de altas temperaturas. Con el paso de los años, estas han incrementado ligeramente, mientras que nuestra resistencia a los extremos ha disminuido. La proliferación de sistemas de aire acondicionado en hogares, oficinas y vehículos ha elevado nuestros estándares de confort, lo que hace más difícil enfrentar el calor sin dichas comodidades. Aunque nos cuidamos más y vigilamos nuestra salud con mayor atención que en el pasado, es crucial tener especial cuidado durante esta época. La población envejecida, con achaques que se agravan por el calor excesivo, es especialmente susceptible.
Para enfrentar las olas de calor, es crucial seguir una serie de consejos prácticos:
Beber agua frecuentemente: La hidratación es clave. El cuerpo usa el sudor como mecanismo para refrigerarse, y si no se repone el agua perdida, el organismo puede sobrecalentarse y dejar de funcionar correctamente.
Adaptar la rutina de trabajo: En ausencia de aire acondicionado, es recomendable evitar la exposición prolongada al sol y aumentar la ingesta de agua. Si el trabajo lo permite, ajustar el horario para evitar las horas más calurosas del día, siendo el amanecer el momento más fresco.
Modificar el ocio: Las rutinas deportivas y de actividad deben adaptarse al clima. Realizar ejercicio bajo el sol al mediodía no es saludable. Los esfuerzos físicos deben ser congruentes con la temperatura y la humedad del ambiente.
Protegerse de la radiación solar directa: La exposición al sol es perjudicial para la piel y los ojos, especialmente en situaciones de bajo ozono estratosférico.
Evitar lugares al sol: Las plazas y calles céntricas no son ideales para estar al mediodía en pleno agosto. Las personas mayores, menos sensibles a la insolación, pueden no darse cuenta del calor extremo y sufrir colapsos.
Evitar la combinación de calor y humedad: El bochorno, común en zonas costeras, impide al cuerpo enfriarse. El aire acondicionado se convierte en una necesidad en estos lugares.
Ventilar las estancias: Es fundamental ventilar las habitaciones, especialmente aprovechando las brisas nocturnas. Mantener las estancias en penumbra ayuda a reducir el calor.
Baldear los patios: Mojar el patio por la mañana genera humedad que refresca el ambiente y la casa.
- Cocinar temprano: Es preferible consumir alimentos frescos y, si es necesario cocinar, hacerlo en las primeras horas del día.
Francisco J. Tapiador subraya la importancia de mantener la calma durante el verano. "En nuestro país, podemos hacer muy poco para disminuir el calentamiento global. Conviene pensar en nuestro bienestar y en cómo mitigar el calor, adaptando nuestras actividades a los hechos. Es fundamental mantenerse tranquilo, descansar, evitar el sol y ajustar el ritmo de trabajo al ambiente".
Con estos consejos, es posible superar las olas de calor de una manera más saludable y confortable, minimizando los riesgos asociados a las altas temperaturas y cuidando especialmente a los más vulnerables.