El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, celebra las previsiones del FMI sobre el crecimiento económico de España, pero omite críticas del organismo respecto a la baja productividad y la crisis de vivienda. El FMI subraya que el aumento del PIB se debe principalmente a la inmigración más que a mejoras en productividad, y advierte que la falta de reformas puede afectar el crecimiento a medio plazo. Además, critica al Ejecutivo por no presentar los nuevos Presupuestos Generales del Estado y recomienda un ajuste fiscal para fomentar la inversión privada. Mientras el FMI insiste en solucionar la crisis de vivienda para mejorar la movilidad laboral y el crecimiento, el discurso gubernamental mantiene el foco en el crecimiento del PIB, avalado por el alza poblacional.
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