El Barcelona empató ante el Rayo Vallecano en un partido marcado por la ausencia del VAR durante gran parte del primer tiempo debido a problemas de comunicación. El árbitro, Busquets Ferrer, tuvo que arbitrar a la antigua, sin revisión de jugadas polémicas, lo que generó controversia cuando Lamine Yamal fue considerado víctima de un penalti que Isi Palazón calificó como inexistente. Aunque el VAR intentó volver a funcionar, el problema persistió, lo que llevó a decisiones cuestionadas y críticas por parte del equipo local, que reconoció el error humano del árbitro pero señaló una tendencia a perjudicar a los mismos equipos.
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