La inestabilidad persiste en Medio Oriente, donde los bombardeos y las órdenes de evacuación siguen marcando la vida cotidiana en Gaza y Líbano. En medio de este panorama desolador, una nueva luz de esperanza emerge a través de la reanudación de la campaña de vacunación contra la poliomielitis en el norte de la Franja de Gaza. La Organización de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), con el apoyo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF, tiene como objetivo inmunizar a 120,000 niños menores de diez años en una región asediada por la violencia desde el pasado 6 de octubre.
Louise Wateridge, oficial de Emergencias de UNRWA, describió la situación en el norte de Gaza como un «desastre absoluto». La población enfrenta escasez de alimentos y falta de refugios seguros, lo que agrava el impacto humanitario en una zona sometida diariamente a un conflicto prolongado. Originalmente, la segunda fase de esta campaña debía comenzar el 23 de octubre, pero las condiciones adversas retrasaron su implementación. A pesar de la aprobación de una pausa humanitaria, las áreas accesibles para la vacunación se han reducido, limitándose actualmente a la ciudad de Gaza. Esto deja alrededor de 15,000 niños de regiones como Jabalia, Beit Lahiya y Beit Hanoun fuera del alcance de esta crucial inmunización.
Las organizaciones de la ONU han advertido que es necesario vacunar al menos al 90% de los niños en cada comunidad para detener la transmisión del virus, un objetivo ambicioso en el contexto actual. La fase final de la campaña busca aplicar una nueva vacuna oral contra la poliomielitis tipo 2 a 119,000 niños en el norte de Gaza. Además, se administrará vitamina A a los menores de entre dos y diez años para reforzar su sistema inmunológico. La primera fase de vacunación logró un éxito notable en el centro y sur de Gaza, alcanzando al 96% de la meta con más de 451,000 niños inmunizados.
Mientras tanto, en Líbano, la situación no es menos precaria. La ONU ha reportado la destrucción de sitios religiosos fundamentales y un incremento en el desplazamiento de la población. Aproximadamente 50,000 personas han sido obligadas a abandonar la ciudad de Baalbek debido a nuevas órdenes de evacuación, contribuyendo así al desplazamiento total de alrededor de 842,000 personas en el país, de las cuales más de la mitad son mujeres y niñas. La Oficina de Derechos Humanos de la ONU recalca que el daño a los lugares de culto no solo infringe el derecho internacional, sino que también atenta contra la libertad de religión de miles de afectados.
En este entorno convulso, la campaña de vacunación representa un esfuerzo vital para proteger la salud infantil, buscando asegurar un futuro más saludable para las próximas generaciones a pesar de los enormes desafíos que enfrentan. Sin embargo, los obstáculos de acceso y la continua violencia en la región podrían poner en riesgo el alcance total de esta importante iniciativa de salud pública. En paralelo, el mundo sigue atento a las voces que claman por paz y estabilidad en una región que ha visto demasiados años de conflicto.