La Diputación de Málaga ha anunciado el lanzamiento de una innovadora plataforma digital, conocida como ‘Málaga no caduca’, que se posiciona como la primera de su tipo en España destinada a gestionar y aprovechar los excedentes alimentarios de varios sectores, incluyendo el hostelero, hotelero y de distribución. Esta iniciativa busca beneficiar a aproximadamente 40.000 personas vulnerables en la provincia, abordando de forma directa la inseguridad alimentaria y contribuyendo a mejorar la nutrición y la calidad de vida de quienes atraviesan situaciones de vulnerabilidad.
Durante la presentación del proyecto, el presidente de la Diputación, Francisco Salado, estuvo acompañado por diversas figuras del ámbito académico y empresarial, como el decano de la Facultad de Turismo de la Universidad de Málaga, Antonio Guevara, y la secretaria general adjunta de la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM), Dolores Olmo. El evento también fue un espacio para que representantes de Bancosol y otras entidades vinculadas al sector social destacaran la importancia de la colaboración en esta misión.
Salado enfatizó que ‘Málaga no caduca’ se fundamenta en tres objetivos clave: el reto social, la reducción del impacto medioambiental y el impacto económico. El enfoque social se centra en reducir la inseguridad alimentaria y la exclusión sociolaboral, así como en abordar problemas de salud relacionados con la mala nutrición, especialmente entre niños y ancianos. «No solo se trata de alimentar, sino de mejorar la nutrición», subrayó Salado, indicando que una alimentación adecuada está estrechamente vinculada a la prevención de problemas como el fracaso escolar y la obesidad.
En cuanto a la sostenibilidad, el proyecto busca minimizar el desperdicio de alimentos en buen estado, aprovechando aquellos que, de otro modo, serían descartados. Además, se plantea generar beneficios económicos, tanto fiscales como de imagen social, al evitar la destrucción de estos excedentes y fomentar el uso de recursos de manera más eficiente.
Para llevar a cabo esta ambiciosa propuesta, la Diputación de Málaga destinará un total de diez millones de euros en un periodo de cinco años. Este modelo de contratación se basa en un Contrato de Impacto Social (CIS), donde los pagos al proveedor de servicios estarán supeditados a los resultados obtenidos, lo que representa un enfoque innovador en la gestión de proyectos sociales en el país.
El proceso de trabajo será meticulosamente diseñado, abarcando desde los donantes hasta el Banco de Alimentos, así como las entidades sociales y los beneficiarios finales. La plataforma se gestionará con la asistencia de un proveedor de servicios sociales que implementará una base de datos única y detallada para atender las necesidades específicas de cada persona involucrada.
El proyecto ha sido respaldado por el Banco Europeo de Inversiones, que lo considera viable, y ha despertado el interés de múltiples entidades tanto para proveer servicios como para financiarlo. Esta iniciativa, prevista para tener vigencia desde 2025 hasta 2030, ya ha recibido reconocimientos relevantes, incluidos premios de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía y del Observatorio de los Derechos Humanos de España.
La Diputación espera que, a través de ‘Málaga no caduca’, se puedan construir mejores oportunidades para los sectores más vulnerables de la población, contribuyendo así a una provincia más justa e igualitaria. El presidente Salado concluyó con el optimismo de que esta actuación transformará la estructura social y mejorará la calidad de vida de miles de malagueños en situación de vulnerabilidad.
Fuente: Diputación de Málaga – Asuntos Sociales.