Con la llegada del otoño, los tonos cálidos están marcando tendencia tanto en la moda como en la decoración del hogar. Este año, los colores tierra, naranjas y amarillos suaves se han apoderado de las pasarelas y también han encontrado su lugar en los espacios domésticos, aportando calidez y confort ideales para disfrutar en familia.
En este escenario, las calabazas han cobrado protagonismo, no solo como decoraciones, sino también como herramientas educativas. Su reutilización más allá de Halloween ha emergido como una tendencia creciente, enseñando creatividad y sostenibilidad a los más jóvenes.
Las maneras de aprovechar estas hortalizas son variadas. Desde preparar puré de calabaza hasta utilizarlas como macetas, las actividades involucran a los niños, fomentando habilidades culinarias y un uso responsable de los recursos. Además, transformar calabazas en faroles o centros de mesa añade un toque personal y promueve la unión familiar.
La popularidad de esta tendencia se refleja en las redes sociales, donde las familias comparten sus creaciones, inspirando a otros a unirse a la reutilización creativa de calabazas. Este sentido de comunidad fomenta una mayor conciencia sobre la sostenibilidad y el valor de los recursos naturales.
Con el descenso de las temperaturas y el cambio en el color de las hojas, las tendencias de moda y decoración, junto con la creatividad compartida en familia, consolidan una forma consciente y creativa de disfrutar el otoño.
