La llegada de inmigración ilegal ha desbordado el Puesto Principal de la Guardia Civil en Roquetas de Mar, Almería, donde ya no hay calabozos disponibles y es necesario trasladar a los detenidos a otras localidades, lo que afecta la operatividad y puede vulnerar derechos por el aumento de los tiempos de detención. La Asociación Unificada de Guardias Civiles ha denunciado ante el Defensor del Pueblo la precariedad de medios y la saturación laboral, que ha generado ansiedad entre los agentes. Además, el Gobierno ha habilitado el Hotel Andarax para alojar a inmigrantes ilegales, gestionado por la ONG Accem, con financiación del Ministerio de Seguridad Social. La situación es crítica y requiere intervención urgente.
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