Donald Trump, desde la Casa Blanca, instó a las embarazadas a evitar el consumo de Tylenol, sugiriendo un vínculo entre el paracetamol y el autismo, una afirmación sin respaldo científico y desmentida por organizaciones médicas. Trump citó, incorrectamente, a Cuba como ejemplo de baja incidencia de autismo por falta de acceso al medicamento, lo que ha sido refutado por expertos y datos oficiales. En Cuba, la escasez de medicamentos ha llevado a campañas de recolección de analgésicos, mientras que el mercado negro se convierte en una alternativa costosa para muchos. Instituciones médicas estadounidenses critican las declaraciones de Trump por ser irresponsables y confusas, en un contexto donde la crisis del sistema de salud cubano se agrava, afectando la atención y disponibilidad de medicamentos.
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