La presidenta de Georgia, Salomé Zurabishvili, ha rechazado los resultados de las elecciones del sábado que otorgaron la mayoría absoluta al partido Sueño Georgiano (SG), denunciando una supuesta operación especial y guerra híbrida por parte de Rusia. Acompañada por líderes de la oposición, Zurabishvili convocó a protestas en contra de lo que considera un proceso fraudulento. El gobierno del SG, en el poder por 12 años, niega la legitimidad de la presidenta, mientras la oposición, unida como nunca, rechaza aceptar los resultados, con algunas coaliciones rehusándose a recoger sus actas. Observadores internacionales han documentado numerosas irregularidades, incluyendo coacciones, intimidaciones y compra de votos, solicitando no reconocer internacionalmente los resultados. A pesar de las denuncias y un clima electoral polarizado, el partido gobernante asegura haber incrementado su base de votantes, especialmente en zonas rurales, donde la oposición y observadores locales alertan sobre alteraciones significativas en favor de SG.
Leer noticia completa en El Pais.
