España enfrenta una grave crisis de incendios tras 16 días de ola de calor, exacerbada por la falta de políticas preventivas y gestión forestal. Hectáreas en Castilla y León, Galicia, Extremadura y Asturias han sido devastadas, destacándose una inversión insuficiente en prevención. Expertos subrayan la necesidad de financiamiento para evitar estos incendios de sexta generación. En 2025, el país ya figura como tercero en superficie quemada, con más de 157,000 hectáreas afectadas. Entre 2009 y 2022, la inversión en prevención se redujo un 51%, situación que Greenpeace critica, sugiriendo que una inversión de 1,000 millones de euros anuales podría generar un retorno económico significativo. A pesar de que apagar incendios es costoso, mejorar la prevención sigue siendo escaso debido a su falta de impacto electoral inmediato.
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